miércoles, 4 de febrero de 2015

Ser uno mismo

Se que no soy la persona más querida del mundo. Mucha gente, por alguna razón, me detesta, y eso siempre fue una pequeña espina haciendo presión en mi vena de debilidades. Siempre he creído que todos me odian, aun cuando no me lo hayan dicho, he odiado conocer gente por miedo a que me odien… y así muchísimas cosas más.

Hoy tuve la dicha de vivir una de estas típicas experiencias donde me entero que desagrado como persona, y de hecho me lo dijo en mi cara. No exactamente con esas palabras pero si dijo algo así como que no esperaba que yo dijera groserías, que esa no es la primera impresión que tuvo de mi y la verdad es así, las primeras impresiones que suelo dar no son precisamente las correctas debido a que no tengo confianza… pero una vez agarro confianza con completamente yo. Así que me sentí mal por un momento.

Tiene razón, soy un asco.

Debo cambiar…

¿Saben cuantas veces he intentado cambiar? Infinitas. Son infinitas las veces en las que he intentado cambiar pero siempre termino volviendo a ser yo misma. Así que luego de recordar todas esas desagradables veces en las que mi personalidad fue juzgada y todas las veces que intente cambiar pensé: ¿Por qué? ¿Por qué diablos quiero cambiar por cosas que ciertas personas dicen o creen? No está dicho en ninguna parte que debes agradarle a cada persona que te encuentras por el camino de la vida.

Así como hay personas que me odian por como soy, también hay quienes me aman por lo mismo. Debería estar agradecida con las personas que, a pesar de conocer mi verdadero yo, se quedan a  mi lado. Mis amigos, mi familia… nada más importa. Si a alguien no le gustas mándalo a comerse un cerro de mierda, como decimos los Venezolanos, and that’s it. No tienes que preocuparte por agradarle a cada persona del mundo porque eso es prácticamente imposible.


Así que si hay algo que debo agradecerle a esta persona de la que hablo es la enseñanza tan hermosa que me ha dado el día de hoy. Estar agradecida por las personas que, a pesar de conocerme a profundidad, se quedan a mi lado sin importar lo rara y grosera que pueda llegar a ser.